Llegaron cuatro llevando a un paralítico”. Marcos 2:3.
¿Te atreves a ser un “blasfemo” de Jesús? Jesús esta haciendo milagros, que no es otra cosa que la demostración de que Jesús tiene poder para reconciliarnos con Dios. Por eso, de un mal físico, la atención se traslada a un mal mas profundo, que es el pecado, y que mantiene al hombre “paralitico” en si mismo y en unas formas de ser y de vivir tan rígidas, es decir, tan queridas por el de modo que no esta dispuesto a cambiarlas, que lo hacen incapaz de cambiar” y de avanzar según el plan de Dios.
Pero los maestros de la Ley no están dispuestos a aceptar esta “blasfemia” de que Jesús puede perdonar los pecados, porque ¿quien puede perdonar los pecados sino Dios?
Jesús los confunde mas: “Pues para que vean que el Hijo de Hombre tiene poder para perdonar los pecados, le dijo al paralitico: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa“.
Ya no es la Ley la que reconcilia con Dios, sino Jesús. Y este poder, reservado solo a Dios, se le entrega ahora a la humanidad en Jesús.
Esto es una blasfemia para los escribas, al grado que sera causa de su condenación a muerte. Pero quien acoge, es decir, quien tiene fe en esta “blasfemia”, puede levantarse como el paralítico y ponerse a caminar.
Concédenos, Padre, una fe capaz de abrir los techos, una fe capaz de deslizar nuestras camillas, esas en las que yacemos con el corazón encogido, para deslizarnos dentro, en lo vivo de la vida, en el corazón de la historia; para que nos encontremos frente a Jesús. Una vez perdonados por el, curados por el, de las mil pretensiones sobre la vida y sobre la historia, podremos volver a nuestra casa y con nuestros seres queridos, ya sanos y agradecidos. Como quienes saben que todo lo reciben como don tuyo.
Del Salmo 77: No olvidemos las hazañas del Señor.
Textos Bíblicos: Hebreos 4:1-5.11 | Marcos 2:1-12 |
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