Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.
“En esta Hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión...” "Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Tí confío." “En esa Hora puedes obtener todo lo que pidas para ti o para los demás. En esa Hora se estableció la gracia para el mundo entero: la Misericordia triunfó sobre la justicia”
No hay comentarios:
Publicar un comentario