Bendice, Señor, nuestra mesa. Bendice la fraternidad y la armonía que hay entre nosotros.
Danos alegría, paz, salud, pan… durante toda nuestra vida.
Danos fuerza y ternura para ser hombres y mujeres justos donde haya buenos días y muchas noches-buenas, como ésta y la que celebraremos con nuestras familias el 24 de diciembre.
Queremos decirte una vez más, Señor, que creemos en ti desde nuestro corazón de niños, creemos en ti desde nuestra fe de adultos.
Actúa en medio de nosotros, hombres y mujeres en la Historia, para hacerla tu Reino; para que vivamos reconciliados en la bondad, el amor, la sensibilidad, la justicia… Signos reales de que nuestro corazón será el pesebre donde Tú vas ha nacer una vez más.
Amén.
“En esta Hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión...” "Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros: En Tí confío." “En esa Hora puedes obtener todo lo que pidas para ti o para los demás. En esa Hora se estableció la gracia para el mundo entero: la Misericordia triunfó sobre la justicia”
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